La meditación guiada es una práctica de atención sostenida sin esfuerzo; es un tipo de práctica externa ideal para principiantes que utiliza un guía presencial para inducir un estado de profunda relajación mental previo al primer estado de consciencia o la observación interior, conocido en sánscrito como (pratyahara). Muy diferente a la meditación en silencio donde el trabajo depende plenamente de nosotros al tratar de aquietar el movimiento mental sin nada donde sujetarnos. En la meditación guiada el instructor o guía va dirigiendo en un recorrido mental el ejercicio de "atender lo que acontece" donde la voz se convierte en el centro de atención para quien lo recibe, es decir, se convierte en su "presente".
Utilizando herramientas como visualización creativa, respiraciones, sonidos etc. el guia va recreando un escenario con el fin de llevar a la mente a un solo evento secuencial, de forma que la atención se deposite en un solo escenario y no este dispersa de un lugar a otro.
Las meditaciones guiadas suelen realizarse en postura de tumbado (savasana), cuidando de no caer en la sueño y tratando de mantener un estado de alerta mental (sin esfuerzo), aunque también se puede realizar en postura de sentado (piernas cruzadas o estiradas), colocando apoyos para la espalda y las piernas. En ambas posturas es muy importante que el cuerpo este confortable y suelto, no puede haber relajación mental si antes no hay relajación física, gran parte de esto dependerá el éxito y continuidad de la práctica. Se recomienda ropa cómoda y taparse con una manta para no perder el calor corporal.
Tener siempre en cuenta que la meditación guiada es muy sencilla, todo lo que tenemos que hacer es "una pausa mental", nuestro cuerpo entrará y saldrá del estado espontáneamente, como si fuese una siesta consciente.
by Irma González