lunes, 27 de marzo de 2017

Sarvangasana y Halasana

Sarvangasana es una de las asanas que tiene más beneficios. Si sirsasana es el rey, sarvangasana es la reina de todas las asanas. Mientras sirsasana desarrolla las cualidades masculinas de la fuerza de voluntad, agudeza mental y claridad de pensamiento, Sarvangasana desarrolla las cualidades femeninas de la paciencia y la estabilidad emocional. Se la considera la madre de las asanas. Al igual que una madre se esfuerza durante toda su vida para procurar felicidad a sus hijos, la “madre de las asanas” se esfuerza por favorecer la paz y la salud del cuerpo. No es exagerado llamar a esta postura Trailokya Chintamani o joya excepcional de los tres mundos.
Sarvangasana, tal como su nombre indica, tiene efectos en todo el sistema. Debido a la posición invertida, la sangre venosa llega al corazón, para ser renovada, sin esfuerzo alguno gracias a la fuerza de la gravedad. La sangre oxigenada circula por la zona del pecho, alivia la falta de aliento, el asma, la bronquitis, los problemas en la garganta y las palpitaciones. Esta postura es ideal para la anemia y la baja vitalidad.
Gracias al cierre que se crea con la barbilla, las glándulas tiroides y paratiroides se irrigan abundantemente, con lo que mejora su eficacia, favoreciendo un buen equilibrio entre el cuerpo y el cerebro. Puesto que la cabeza permanece firme gracias a ese cierre de la barbilla, los nervios se relajan, se calma el cerebro y desaparecen los dolores de cabeza. Las enfermedades comunes como los resfriados y los problemas nasales desaparecen con la práctica de esta postura.
Sarvangasana es muy relajante para el sistema nervioso y, por consiguiente, está indicada para cuando se está tensa, preocupada, irritada, fatigada o cuando se padece insomnio o agotamiento nervioso.
Es excelente para la digestión y la eliminación, para liberar al cuerpo de toxinas y para curar el estreñimiento, las úlceras intestinales, la colitis y las hemorroides. Corrige los trastornos urinarios, el desplazamiento del útero y los trastornos menstruales. Proporciona paz, fuerza y vigor a la practicante y se recomienda como el mejor tratamiento de recuperación tras una larga enfermedad. Para evitar las enfermedades prolongadas  y mantener una buena salud, practique Sarvangasana.



Hala significa “arado”, a cuya forma se parece esta postura, de ahí su nombre.
Los efectos de Halasana son los mismos que los de sarvangasana. Además, debido a la contracción, los órganos abdominales se rejuvenecen. La columna vertebral recibe un mayor aporte de sangre por su flexión hacia delante, y esto ayuda a aliviar los dolores de espalda. Por el entrelazado de los dedos y el estiramiento de palmas y dedos de las manos se curan los calambres de las manos. Las personas afectadas de rigidez de hombros y codos, lumbago y artritis de la espalda encuentran alivio en esta asana. El dolor intenso de estómago debido a flatulencia disminuye, y se siente inmediatamente la ligereza.
Esta asana es útil para aquellas personas con tendencia a la hipertensión arterial. Si realizan halasana antes que Sarvangasana no sentirán rubor en la cara ni sensación de congestión en la cabeza.
Halasana está indicada para los dolores de cabeza y la fatiga. Relaja el cerebro y los nervios, alivia los sofocos. Cura los trastornos menstruales y urinarios. Es buena para la artritis y la rigidez de los hombros y de los brazos.
  

Fuente: 
Luz Sobre el Yoga, B.K.S. Iyengar
Yoga para la mujer, Geeta S. Iyengar