sábado, 27 de agosto de 2016

Sensibilidad




A pesar de lo que quizás te enseñaron, tu sensibilidad no te hace débil. No te hace demasiado emocional, demasiado suave, ni demasiado nada. Siempre ha habido y habrá fortaleza. La verdad es que puedes ser suave y seguir siendo fuerte. No eres una roca, inmune al cambio y a la influencia del mundo que te rodea. 

Eres el océano. Siempre con su flujo y reflujo; fácilmente afectado por la luna y el clima. Pero inmenso y profundo. Resilente y poderoso. Rebotando con la vida. Sí, sientes intensamente y sí, eres fácilmente herido por los demás. Pero es la intensidad de tus sentimientos la que te da la maravillosa visión de lo que eres y de lo que necesitas para sentirte completo. Es esa intensidad la que te hace estar profundamente conectado contigo mismo y con el mundo que te rodea. Y son tus heridas las que te permiten ser empático y compasivo para con las heridas de los demás. Heridas que te permiten reconocer cuando la gente está sufriendo, y que te dan las herramientas para ofrecer apoyo en formas que las personas menos sensibles no son capaces de hacerlo. 

Sé que es muy difícil creer en el momento cuando te sientes incapacitado por tus sentimientos, pero tu sensibilidad es un verdadero regalo. No dejes que nadie, incluyéndote a ti mismo, te convenza de lo contrario.


Daniell Koepke